«En 2025 el 95% de las empresas interactuarán con sus clientes mediante chatbots de Inteligencia Artificial», aseguró ayer el jefe de Tecnología de Microsoft España, Héctor Sánchez Montenegro. Es decir, que será una máquina que ha aprendido los deseos y preocupaciones del consumidor y capaz de responder a sus preguntas quien se encargue de comunicarse con él vía web o vía telefónica. Y vaticinó que las empresas que no acometan su transformación digital acabarán desapareciendo.
Sánchez Montenegro participó en el Congreso Internacional de Inteligencia Artificial que, organizado por SumaInnova, que dirige Manuel Bonilla, y el periódico digital El Independiente, reunió en el ADDA a más de 1.500 personas. El evento lo inauguraron el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, el director de El Independiente, Casimiro García-Abadillo, y el alcalde, Luis Barcala, que animó al sector tecnológico a implantarse en la ciudad y aseguró que contará con «las mayores facilidades».
El primer experto en intervenir fue el director de Siri, el asistente de Apple, Alex Acero. «El próximo reto es conseguir que pueda mantener una conversación como una persona», aseguró. Acero explicó que en Apple investigaron para conseguir desbloquear el móvil «sin tocar un botón» a través del reconocimiento facial, pero «un componente de tecnología puede utilizarse para muchas cosas, esperemos un año o dos para ver hasta donde llega» lo que otros investigadores puedan realizar en otros campos utilizando esta tecnología.
La Inteligencia Artificial, que empezó a desarrollarse a mitad del siglo pasado, vive actualmente una revolución de la mano de las supercomputadoras que multiplican la capacidad de cálculo y de la irrupción del Big Data que proporciona a las redes neuronales o «deep learning» toda la información necesaria para que las máquinas aprendan, generen modelos y prevean situaciones. Y esa revolución, en la que ya se encuentran inmersas desde las grandes compañías tecnológicas hasta las start ups, es la que está propiciando la cuarta revolución industrial.
En este sentido, los citados expertos y otros participantes como la ingeniera de Telecomunicaciones alicantina y jefa de Ciencia de Datos de Vodafone, Nuria Oliver, alertaron de la falta de personal formado en «deep learning» y en ciencias de datos. «No encontramos suficientes expertos», advirtió Acero, quien coincidió con Sánchez Montenegro en que «en toda revolución industrial hay empleos que se pierden, pero llegarán otros», eso sí, cualificados. Las tareas mecánicas y repetitivas tenderán a desaparecer y harán falta más ingenieros y técnicos. «Las universidades se adaptan porque son pioneras en investigación, pero ahora lo que necesitamos es que aumenten los graduados en estas materias de forma exponencial», dijo Acero. Oliver incidió en que «solo en la Unión Europea se anticipa en el corto plazo que va a haber una demanda de 900.000 puestos de trabajos tecnológicos», que ahora no se pueden cubrir por falta de personal cualificado.
Por su parte, el director del Instituto de Investigación en IA del CSIC, Ramón López de Mántaras, aseguró que «solo invirtiendo en educación tendremos una sociedad capaz de aprovechar las tecnologías inteligentes y de minimizar sus riesgos».
En el congreso también quedó claro que la IA penetrará en todos los sectores de la sociedad por lo que se abre un gran desafío ético.
Los asistentes pudieron conocer también la experiencia de alicantinos emprendedores en IA en una mesa moderada por el director de INFORMACIÓN, Tomás Mayoral.